Pamela Ricard, profesora de matemáticas en la Escuela Intermedia Fort Riley, en Kansas, Estados Unidos, afirmó que por razones religiosas no usaría otros pronombres que no fueran los asignados al nacer. La comunidad LGTBIQ+ rechazó lo rechazó rotundamente.
La comunidad LGBTIQ+ insta a que se respeten los derechos de las personas y por lo tanto se le respeten su identidad y los traten como cualquiera merece. Sin embargo, no siempre sucede así y en ocasiones acaban siendo ofendidos por aquellos que no les reconocen de la manera que ellos desean.
Así ha sucedido en la Escuela Intermedia Fort Riley, en Kansas, donde la profesora Pamela Ricard se negaba a usar el pronombre correspondiente al nombre de uno de sus alumnos trans, quien nació chica pero se identificaba como varón y pedía ser tratado como tal. En cambio, la profesora se negaba a hacerlo.
La profesora fue suspendida de su empleo por ir en contra de la Política de Diversidad e Inclusión de las Escuelas del Condado de Geary. No obstante, confiada en que podía ganar el caso, interpuso una demanda porque afirmó: que no pueden violar sus creencias religiosas.
Tyson Langhofer, Director del Centro para la Libertad Académica, quien se posiciono a favor de Ricard, comentaba: “Ningún distrito escolar debería obligar a los maestros a engañar deliberadamente a los padres o participar en cualquier discurso que viole sus creencias religiosas profundamente arraigadas”.
La sentencia del juez falló a favor de la profesora, decretando una indemnización de 95000 dólares por daños y perjuicios. “Nos complace resolver este caso favorablemente en nombre de Pam, y esperamos que anime a los distritos escolares de todo el país a apoyar la libertad constitucionalmente protegida de los maestros para enseñar y comunicarse honestamente con los niños y los padres”, agregó Langhofer.
