Sali Hafez irrumpió en su banco con una pistola de juguete y levantó a las personas que estaban adentro para exigir acceso a su cuenta de ahorros.
Los hechos tuvieron lugar el 14 de septiembre en una sucursal de Blom Bank en la capital de Beirut.
La joven ha alegado que intentó sacar 20,000$ de su cuenta para ayudar a pagar el tratamiento contra el cáncer de su hermana de 23 años, pero le dijeron que había un límite mensual para retirar dinero. De modo que decidió irrumpir en el banco con un grupo de activistas llamado Depositors’ Outcry.
“Le había rogado antes al gerente de la sucursal por mi dinero, y le dije que mi hermana se estaba muriendo y que no me quedaba mucho tiempo. Llegué a un punto en el que no tenía nada más que perder”, reveló en un medio local.

La protesta de los depositantes afirmó que lograron obtener 12,000$ y luego 1,000$ en libras libanesas de los ahorros de Hafez.
Nadine Nakhal dijo a los medios de comunicación que vio al grupo activista rociando ‘gasolina por todas partes dentro de la sucursal’ y sacando un encendedor. Pero Hafez destacó una versión contradictoria de los hechos en una transmisión en Facebook. Comentó que «no irrumpió en el banco para matar a nadie o incendiar el lugar».
Después del atraco, Hafez pronto se convirtió en una especie de héroe de culto y muchos usuarios justificaron sus acciones. En cambio, Blom Bank calificó el ataque como una «operación premeditada con la intención de dañar», pero no reveló en su declaración si presentarán cargos contra Hafez o el grupo activista.